Himnos , antifonas, Canto gegoriano

GREGORIANO

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Los himnos:
Los himnos compuestos en un principio como réplicas a las canciones de los herejes, contenidos en el antifonario romano, surgieron unas veces adaptando textos de carácter sagrado a melodías profanas; otras, eran formas poéticas acomodadas al canto: el poeta Bardasano y su hijo Armonios, en tiempo de Marco Aurelio, escribieron unas cantinelas sobre unos textos en verso, de gran aceptación en las comunidades siriacas que perduraron hasta el siglo IV. Los obispos de aquellas regiones, queriendo combatir tales cantos , comprendieron que la mejor forma de hacerlo era componer otros que suplantaron a los profanos.
El mismo San Efrén (320-379) compuso alguno de estos himnos usando la misma música de Armonios. San Gregorio Nacianceno imitó este ejemplo.
A través del obispo Hilario de Potiers (367) de las Galias, la práctica pasó a occidente . Se trata de textos en forma estrófica, en latín acentuado, en un lenguaje intermedio entre prosa y verso.
Ante saecula qui mánens
semperque nate
semper ut est pater


ImagenEl verdadero creador de los Himnos de la iglesia de occidente fue San Ambrosio , arzobispo de Milán (340-397). Con la dulzura , apta por su sencilled para convertirse pronto en música profana, hizo auténticas creaciones que alcanzaron extraordinaria difusión y que San Agustin en su época todavía las cita.
Los himnos conpuestos por San Ambrosio o sus ayudantes no tienen ya ningún gusto helénico, dados sus sentidos religioso y poético, pero las fórmulas por él empleadas están en conexión con las música de la antigüedad pagana. Aunque la práctica de la iglesia las haya identificado con las fiestas de la Navidad y de la Pascua, no estan sujetas a ningún tipo de conexión exclusivo con el texto. Todas estas melodías tuvieron una amplia difusión en occidente, aunque la liturgia romana no las habia aceptado en pleno siglo XIII.. Expresión de esta sencillez en los himnos anbrosianos son los que todavia hoy existen en la iglesia católica: Pange lingua, de Venancio Fortunato y el Ut queant laxis, de Pablo Diácono.


LÁS ANTIFONAS
Las antifonas son composiciones musicales pensadas para los servicios religiosos . Son cantinelas entonadas por el cantor que de esta forma da el tono al resto del coro; se trata, pues, de una especie de diapason. Una vez entonada por el cantor la antífona, el coro, dividido en dos grupos, canta el salmo. Al final todos cantan la primitiva antífona. El esque seria como sigue:
A) Antifona (entonada por el cantor)
B) Salmo cantado (por los dos coros)
C) Antifona (repetida esta vez por todos).
Se consigue de esta manera un esbozo de forma, que vino exigido por la falta de instrumentos musicales (como el órgano hoy) que pudieran meter en tono a los cantores.
Con el tiempo, esta antífona, que muchas veces solo fue la palabra alleluia, adquirió importancia pos si misma y sus melismas con una vocal sirvieron para cierta emancipación de las palabra.
Este tipo de canto antifónico comenzó a practicarse en la iglesia de Antioquia y de allí pasó a la liturgia ambrosiana de Milán. Al contrario que los himnos, este tipo de canto fue acogido por Roma , y ya en los tiempos de Celestino I (422-432) se practicaba de manera habitual. La sede de la incipiente escuela musical romana se afincó en San Juan y San Pablo y éste es el primer conato de la Schola papal.
La influencia del mundo helénico a través de la simbologia de los pitagóricos tuvo su decisiva importancia en los modos que el canto gregoriano aceptó y que incluso hace referencia a ellos: dorio,hipodorio, frigio, hipofrigio, lidio, hipolidio, misolidio, hipomisolidio, , son una constante referencia a aquella cultura que tanto desentraño la investigación musical.
AMPLIARCANTO GREGORIANO
SAN EFREN
SAN AMBROSIO
ALLELUIAS



PABLO DIACONO

Pablo el Diácono


(Paulus Diaconus; también llamado Casinensis, Levita, y Warnefridi).

Historiador, nacido en Friuli, aproximadamente en el año 720; murió el 13 de abril, probablemente del 799. Era descendiente de una familia Lombarda noble, y no es desconocido que fue educado en la corte del Rey Rachis en Pavia, bajo la dirección de Flavianus el humanista. En el 763 lo encontramos en la corte del Duque de Archis en Benevento, luego del colapso del reino Lombardo, como monje en el monasterio de Monte Casino, y en el 782 en la suite de Carlomagno, de quien obtuvo, por medios de una elegía la amnistía de un hermano tomado prisionero en el 776, como consecuencia de la insurrección de Friuli. Después del 787 estuvo de nuevo en Monte Casino, donde con toda seguridad murió. Su primera obra literaria, evidentemente escrita mientras que aún estaba en Benevento, y hecha por petición de la Duquesa Adelperga, fue la “Historia Romana”, una versión ampliada y mejorada de la historia Romana de Eutropius, cuya labor él continuó independientemente en Libros XI al XVI, hasta el tiempo de Justiniano. Esta compilación, ahora de ningún valor, pero que durante la Edad Media se difundió en muchas ediciones manuscritas y que fue frecuentemente consultada, fue editada con el trabajo de Eutropius por Droysen en “Mon. Germ. Hist.: Auct. Antiq. II (1879), 4-2224. Además, en la instancia de Angilram, Obispo de Metz, compiló una historia de los obispos de Metz “Liber de episcopis Mettensibus o Liber de ordine et numero episcoporum in civitate Mettensi, extendiéndose al 766, en el cual da un importante recuento de la familia y antecesores de Carlomagno, especialmente de Arnulfo (P. L., XCV, 699-722).

La más importante obra histórica que nos ha llegado de su pluma es la historia de los Lombardos, “Historia gentis Langobardorum. Libri VI”, la mejor de la varias ediciones de esta obra es la de Bethman y Waitz en Mon. Germ. Historia: Escrito. Rerum Langobardarum (1878), 45-187; escuela ed. (Hannover, 1878); Ger. tr. Abel (Berlin, 1849; segunda, Lepzig, 1878); Faubert (Paris, 1603); Viviani (Udine, 1826). No obstante los muchos defectos, especialmente en la cronología, la obra incompleta, abarcando solo el periodo entre el 568 y el 744, es aún de gran importancia, mostrando descaro, con su estilo lúcido y su dicción simple los factores más importantes, y preservando para nosotros muchos motos de la antigüedad y tradiciones populares, repletas con un interés entusiasta en las cambiantes fortunas de la gente Lombarda. Es evidente que esta obra haya estado en constante uso hasta el siglo quince, debido a las numerosas copias manuscritas, y continuaciones. En adición a estas obras históricas, Paulus también escribió un comentario acerca de la Regla de San Benedicto, y una ampliamente usada colección de homilías tituladas “Homiliarium”, las cuales han sido conservadas en forma revisada. Varias cartas, epitafios, y poemas aún existen y fueron editados por Dümmler en “Mon. Germ. Historia: Poetate lat. Aevi Carolini”, 1, 1881.
Fuente : historia ,autores de la iglesia.

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